Crítica de restaurante. Bodegón don Emelio, en Viña del Mar: sabores gratos en el barrio
Sobrevivir es una actitud y en ese local del plan viñamarino, entre la cocina y un servicio en clave familiar, aquello sobra: aprovechan cada centímetro de espacio, a cada cliente se le arriman con calidez y hasta el perrito viejo que mueve la cola desde la calle, se siente parte de algo más parecido a un bistró para vecinos que un restaurante en clave turística.