La viña de Casablanca ha recorrido un largo camino en el que ha ganado madurez, experiencia, mayor conocimiento de suelos, para llegar a un vino que resume años de interpretación de su terroir.
Por Nadia Parra
@vinopatrimonial
Su destacado syrah había sido su punta de lanza, en un proyecto gestado junto con el tremendo Alan York, un referente obligado en proyectos biodinámicos. Optar por esa manera de abordar el viñedo no es el camino fácil, ya lo sabemos. Es una opción de vida. Pero como es sabido, el camino sostenible, sustentable a la larga traerá mejores beneficios que el camino corto, tanto para para el viñedo, como para su resultado: el vino.
Así ha sido para Matetic, que ha recorrido un camino en el que ha ganado madurez, experiencia, mayor conocimiento, como para en esta etapa hacer un foco fundamental en el trabajo de sus suelos. Para ellos, ya era tiempo de innovar en esta segunda vida de la viña, sumando en 2017 nuevas plantaciones de malbec, cabernet franc, merlot, pinot noir y la garnacha que en esta ocasión probamos.
El pasado mes de junio la viña lanzó de manera oficial su Corralillo garnacha 2020. Un Matetic que sigue siendo fresco, pero ahora sumado a todo el aprendizaje en relación a observar su propio terroir, ya sea adaptación de variedades según suelos, técnica de manejo de la viña, o su poda. Lo que hace a la larga un cultivo más fácil de trabajar y cuidar.
Nada fue al azar. Julio Bastías, enólogo de la viña, viajó a países como España, Francia, para explorar la variedad, en suelos graníticos que podrían a asemejarse al de los de la viña. Y luego con clones traídos de Francia quisieron lanzarse en explorar el lado fresco de la variedad.
Es así, como cuenta Carlos Rojas, el otro enólogo de la viña, que optaron por un proceso protegido del oxígeno por la alta oxidación que caracteriza la cepa, por pisoneo ligeros y una vinificación que llevaría 50% de racimo completo para darle ese tanino tiza que aporta complejidad a la estructura. (Para esta añada será 92% de garnacha y 8 % de syrah). Proceso que luego fue a barricas de segundo, tercer y cuarto uso durante 10 meses.
Resultado de ello, una garnacha frutal, fresca, expresiva, de fruta roja, de taninos suaves. Agradable a beber. Debo aclarar que este vino y gran proceso, por cierto aquí, se resume de manera muy escueta. Sólo para hacer guiño de justicia a todo el trabajo que significa lanzar una nueva etiqueta, y hacerlo bien, tras 20 años de exploración.
Beber a 14 o 16 grados, le va bien. También con charcutería, jamón ibérico o una paella de carnes blancas. Sino por lo local y vegano, un buen plato de garbanzos cremosos tampoco le viene mal. Bébalo. Disfrútelo. Déjelo en la copa, converse y vuelva a beberlo.
Matetic, Corralillo garnacha 2020. Valle de Casablanca. Vino de uvas orgánicas. 2.118 botellas.
Dato extra: lo que se viene…
Corralillo, garnacha 2021, 4728 botellas 94% garnacha, 6% syrah.
Corralillo, garnacha 2022, 5.200 botellas 100% garnacha.
Encuéntralo en tiendas La Vinoteca y en la web de la viña. https://tienda.matetic.com
Precio de referencia: $ 18.000.