Carlos Reyes M.
Publicado en revista LA CAV, febrero 2023.
Esa pinta de chiringuito dentro de la playa más extensa de Chile, bajo una grata sencillez ambiental, hacen de Bakulic el sitio más requerido en La Serena por lejos. Todos quieren estar allí, mostrar y mostrarse, sean locales o turistas. Enhorabuena por ellos pero por lo mismo cuesta ir como un comensal solitario. Son amables en la espera, aunque al asignar espacios una pareja que llegó harto después -tal vez de la zona, conocida- disfrutó primero de la mesa de cara al mar. A quien suscribe le tocó coja, pegada a los ruidos de bar, a la pasada de los garzones (con todo, amables), de los niños correteando… y de un barco a escala que bien le vendría una limpieza a fondo de su velamen.
Los detalles importan sobre todo cara al verano, donde se juegan buena parte de la temporada.
Vale constar que, al rato y con menos mesas ocupadas, se llegó sin problemas a las mesas de cara a la costa. Desde allí se constató una comida playera, sencilla y sobre todo, sin riesgos de sazón. Hacen malabares para contentar a turistas y vecinos “de toda la vida”, así que el menú posa de oriental, peruano, mediterráneo e internacional, básicamente parco.
Cosas como la Mezcla perfecta ($ 15.300), pescado del día -atún, muy bien- con trozos de loco, pulpo, camarón, ostión y un aderezo basado en mango que, dicen, es “leche de tigre”. De ser así no tuvo ni colmillos ni garras, sólo un paseo dulzón que tapó el gusto general. Si no hay un punto de picor, verdor, frescor o acidez extra, no resaltan ciertas recetas, sobre todo frías como la del Ceviche tradicional ($ 13.700), donde lo mismo: buen producto y sabor anodino. En los fondos, las pretensiones estéticas superan a las buenas intenciones. El Kraken para el mundo es un monstruo colosal y fascinante; allí es un plato ($ 16.500) que suma pulpo grillado y merluza frita en panco con puré al pesto y salsa agridulce, lleno de oportunidades perdidas, por ejemplo, para aderezar la fritura y el marinado de la carne. Anémico.
Los sabores surgieron a medida que lo mediterráneo en clave chilena se hizo presente. Meteorito ($ 16.500) es un corte de albacora en salsa atomatada con ñoquis al pesto. Suave, elegante, con tonos vegetales francos y equilibrados con la carne marina. Una interpretación agradable de la cocina ítalo-serenense por donde circula lo mejor de Bakulic, en realidad un lugar con buenos insumos, atrapado por los atavismos de la moda, con potencial para ser mucho más.
De los vinos: otro punto alto. Preocupación por el vino regional, con alternativas por copas que rotan semanalmente. Un chardonnay reserva de Falernia hizo de grato consorte de todas las alternativas al plato.
Dirección: Avenida del Mar 5700, La Serena.
Teléfono: +56 9 7739 1492 (mensajería).
Instagram: @bakulicrestaurant