Un invierno de reconfortantes cazuelas en Castro

La vigencia de la tradición es parte de las fortalezas de la cocina chilota, además de un sabor único en el mundo sin exageración alguna. El arraigo de sus platos, de sus saberes al plato, se cuenta por siglos; algo torneado por una geografía y por una cultura que ha seguido un derrotero de mestizaje huilliche, hispano y finalmente chileno. Dentro de ese contexto, la cazuela es clave y por eso el municipio de Castro la celebra por todo lo alto este 23 y 24 de junio, en el Parque Municipal Mario Uribe Velásquez de la capital del archipiélago, con la tercera versión del concurso que recuerda lo vivo que está el patrimonio culinario del sur nacional.

Se trata de un evento extensivo, pensado no desde una competencia de restaurantes sino basado en la participación de más de una treintena de organizaciones comunitarias, juntas de vecinos y familias de todas partes de la provincia. Allí se reúnen en un parque que, perfectamente, podría congregar encuentros culinarios internacionales dada la notable infraestructura que posee. En sus fogones de desplegará gran parte de las variantes cazueleras insulares: las de gallina de campo, las de cholga ahumada con repollo, las de cordero con luche, las que aplican cochayuyo a la mezcla, sea de cordero o de otras carnes, sumado a otras opciones como las de pescados ahumados, de navajueja o bien otros potajes como el sempiterno caldillo de congrio.

La idea es que la comunidad castreña pueda llegar en masa, dando pie para un futuro en que se consagre como un festival que atraiga a buena parte del turismo gastronómico invernal chileno. Es por eso sus precios populares por cada porción ($ 5.000), complementado con un apartado especial de cocinas “secas”, que parte desde empanadas, milcaos, roscas y dulcería chilota. También durante las dos jornadas se presentarán números musicales en plan amenizar una jornada llena de sabores y de tradición insular.

Comparte: