Chester, una cervecería modelo en Llanquihue

Por Carlos Reyes M.

La historia dirá (o sea, ya lo dice en su página web) que Russ y Derek, canadiense y estadounidense respectivamente, entendieron que la única manera de que el sur chileno encajara con sus gustos cerveceros era elaborando sus propias recetas. De aquellos primeros pasos ya han pasado 11 años de un negocio singular; uno que busca expandirse como todos pero sin perder en cuenta el carácter artesano de sus -ahora- latas, ni tampoco el control de lo que hacen. Por eso decidieron que la Región de Los Lagos sería su territorio, no mucho más allá, y por eso es posible notar su presencia en los más diversos negocios de la zona, desde Osorno a Pargua. Pero también funcionan de la mano con una de las grandes tendencias en rubro. Esa que dicta que microcervecerías que perviven son las que venden directamente donde producen. Por eso su sala de producción y bodega, es también un brewpub.

“Muchos de nuestros hermanos cerveceros que crecieron y se aliaron con grandes conglomerados, si pudieran retroceder en el tiempo retornarían al punto en el que estamos nosotros”, observa Russ mientras de reojo mira el comedor amplio sin excesos, en dos niveles, con algunas sillas y mesas para cuatro personas, como también mesones comunitarios y una barra que mira a su línea de cervezas tiradas y al trabajo de la cocina. Todo, casualmente o no, justo a un lado de un centro deportivo, de esos con canchas para pichanguear a diario, en un sitio alejado tanto de Llanquihue como de Puerto Varas; una ubicación improbable quizá, pero real. Y que funciona.

Para atraer a parroquianos y futbolistas amateur, existen siete variedades de cerveza. Circulan opciones hefe, summer ale, entre otras, resaltando además una stout con el rostro de Barack Obama de firme oscuridad en el paladar. Todavía algunas lucen aromas refrescantes y amplios, como un eco del verano bien sonoro. Son variedades sabrosas, bien definidas en sus estilos, que dan cuenta de un trabajo bien afinado. Porque es la constancia en la reproducción de una misma fórmula la clave del trabajo en una buena microcervecería.

Eso y contundencia en el comedor. Es allí donde juega Verónica, o mejor dicho la Vero, chilena de vocación cosmopolita que estudió cocina en España y compañera de viaje de Russ. Desde la cocina despacha cosas como sándwiches llenos de detalles: panes de costra firme, carnes ahumadas como las de un suave pollo o el más potente pulled pork, que se despliega generoso sobre diversos ingredientes y aderezos. Las papas fritas son de la zona, cortadas en casa, apalancadas con toques de merkén que suman sabor y textura a cada plato. Cosas que llegan a las mesas mientras las pantallas muestran imágenes de fútbol mezclado con jazz de fondo; o bien diversos recitales envasados que de tanto en tanto dan paso a música en vivo.

Un espacio con aire industrial y guiños eclécticos, como el sentir de sus dueños, donde la vitalidad y los sabores al sur y al mundo, se concentran en la simpleza de una lata, de un buen sándwich.

Línea Nueva 500, Parcela 11, Llanquihue.
Tel. +56 9 4287 2341
@chester_beer

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