El deporte de empinar el codo
El deporte de empinar el codo me ha llevado a disfrutar el placer del vino, sea tinto o sea blanco desde el puerto de Valparaíso hasta el campo Colchagüino. Me ha dado el coraje pa’ bailar unas cuecas y para llorar cuando un trago amargo se recuerda. La rayuela corta dicen popularmente, yo pesco mi tejo y me lo sirvo sin baranda pendiente, y es que este debería ser el deporte nacional, empinar el codo es el saber popular.
Pablina Córdova, 25 años.
Chimbarongo, Región de O’Higgins.
Bodega del Tue tue
En un pueblo, se encontraba una bodega de muy buenos vinos, pero muy reservada.
Y es que, a Don Pedro, el dueño, ningún detalle se le escapaba, sus vinos eran de sabores inigualables e irreproducibles, tanto así, que los lugareños dicen que no han podido encontrar sabores iguales a las añadas de Don Pedro.
Pero este escondía un oscuro secreto, cada noche se transformaba en una gran ave extraña, con enormes alas y ojos penetrantes, que se posaba sobre sus barricas, probaba cada una y las conjuraba con extrañas palabras.
Todos le llamaban “El Tue – Tue”.
Matías Andrade, 20 años.
Curicó, Región del Maule.