La vida casera de Los Deportistas en Valparaíso

¿Quién le puede decir a doña Ida Delgado que vaya a descansar? ¿Decirle a sus más de 90 años llegó la hora de ir a casa? Difícil porque el local de Los Deportistas, en Cerro O’Higgins, bien empinado arriba, es su hogar. Pero también porque lleva toda su vida dedicada a esa cocina, algo que no se deja así como así. A lo sumo se interrumpe, como en las semanas y meses que la pandemia cerró sus puertas. Es de esperar que Valparaíso mantenga los restaurantes abiertos -los pocos que quedan- y permita perdurar este espacio donde la cocina casera, mucho más de campo que de mar, se impone.

Hay resguardos. Ya no existen cortinas separadoras, para que todos se vean las caras en el salón principal; con las mesas más distantes y con capacidad familiar. Un plus. Luego un ritual que servicio que se mantiene: el ofrecimiento del pisco sour o la vaina como si no quiere la cosa; luego la explicación de la carta con media decena de platos ($ 14.000 más los agregados, postres y bebidas se cobran aparte) que van cambiando conforme pasa la temporada aunque sin perder ese perfil mediterráneo, con apenas un pescado en la carta. Aparte, el fluir de las guarniciones sin pausa -se acaban y se reponen- hace entrañable a Los Deportistas, conformando platos impasibles al paso del tiempo en eso de porciones, sabores y aromas entre caseros, campestres y de fiesta centrina.

Evoca otro tiempo el perfume y la textura picosita del arrollado casero, el desmechado lento de la carne al jugo, el punto blandísimo de la lengua de vacuno nogada generosamente. Esos son algunos de sus platos de fondo y donde las guarniciones no fallan: la palta en su punto y al natural; el frescor sorprendente de la arveja nueva recién cocida, con un top de cebolla morada picada fina fina; por ese arroz medio apelmazado, al ajo, tan chileno, tan de casa de clase media. O por unas papas fritas de corte grueso, ligeramente crocantes y de cocción profunda. Un viaje al fondo de las comidas centrinas del siglo XX que se apersonan deliciosas, sin atisbos fantasmales.

Postres caseros como membrillos y cerezas al jugo, bitter Araucano de bajativo, estómagos llenos, caras felices. Doña Ida, su hijo y su nieta, pueden irse a descansar tranquilos después de la jornada. Pero no: la función sigue. Y es de esperar que por largo rato más.

Colo Colo 1219, Cerro O’Higgins, Valparaíso
Tel. 322375159
www.losdeportistasrestaurant.cl
Instagram: @losdeportistasrestaurant

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