El vino de la semana. Huaso Erasmo país 2020: vigor campesino

Para César Opazo eran un objeto de deseo las parras de país, que sobresalían apenas en un campo semiabandonado de cinco hectáreas a orillas del río Perquilauquén. Las veía casi a diario porque son vecinas a las tierras de rulo de viña Erasmo donde trabaja, casi desde sus inicios.

Allá en la Reserva de Caliboro, en el Maule profundo, el país forma parte de la vida campesina, más allá de cualquier consideración comercial. Y como Opazo debe ser uno de los más orgullosos promotores de esos terruños, le costó poco decidirse a rescatar ese patrimonio viñatero e integrarlo como parte de su familia y de su vida.

Esa facilidad en decidirse por la idea contrastó con llegar a concretarla primero, desde conseguir los recursos hasta el trabajo de recuperación. Pero después estuvo el cómo llegar a la cosecha 2020 si morir en el intento. No tanto por llegar acuerdo para vinificarlo con su jefe Francesco Marone Cinzano, sino por una helada que casi le echa abajo el sueño de llegar a vino durante esta tempora. Pero la resiliencia de esas plantas sabiondas de tanto estar ahí -en rigor el segundo brote tras el frío extremo- permitió un vino a todas luces singular.

La cosecha 2020, cálida y seca en general para el país vitivinícola, pareciera que por allá no hizo mucha mella. Es que es la fruta fresca es lo primero que aparece en nariz y boca: fina, grácil, roja de uva y con tonos de flor silvestre. La textura es la que provee una uva trabajada por el tiempo en la parra, con los corcoveos naturales de la variedad, pero es una tensión que se agradece, porque convive con un fondo elegante, amable.

Como dice Opazo: “es un huaso cacharpeado, ese que llega del campo a la ciudad para presentarse con sus mejores galas”. Uno que puede presentarse, tal cual es, en cualquier parte del mundo y sentir el aprecio por su personalidad maulina. Bien plantado.

Viña Erasmo
Huaso Erasmo
País 2020
Precio: $ 12.000 en Instagram @huasopazo

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