Por @lucianoparram
Si les digo carignan de Cauquenes cosecha 2019 ¿Qué imaginan? Seguramente lo mismo que pensé: “a eso le falta botella”, “abrámoslo después”, “deberíamos decantarlo”.
Patrañas. Si bien, ya habían algunos esbozos en eso de vinificar esta cepa de manera ligera, apelando a su frutalidad, el enólogo Diego Morales Cépeda es el “culpable” de concretar esta nueva mirada de la cepa patrimonial.
Vista limpia y transparente, de color rubí con ribetes violeta, demuestra que no se trata de un vino común; o algo que no haya sido condicionado por el prejuicio. Su nariz es muy frutal, con notas herbáceas y algo de paja, que transporta inmediatamente a ese valle. Si bien en un principio aparece un tanto cerrada, en la segunda copa ya va mostrando un poco más de personalidad (Eso depende del ritmo de beber de cada uno).
En boca afloran todos los propósitos que probablemente se planteó el enólogo. En ese momento caigo en que es un vino totalmente consecuente en todos de sus aspectos. Muy fácil de beber, más no simplón porque cada bocado es un cuento a parte; sobretodo en su frutosidad basada en ciruelas, guindas y un toque mentolado.
Cuidado, no se pase a la segunda botella tan rápido, los 12.5 grados de alcohol pueden confundir.
La guarda en barrica es de 16 meses, en roble francés de larga data en su uso, por lo que funciona meramente como contenedora. El contacto con sus pieles no es extenso y eso contribuye más aún a su frescor; aparte de estar fermentado de manera natural con sus levaduras nativas. Todo esto me suena a fruta y más fruta. Ligero, fácil de beber y muy gustoso. Como para olvidar el maridaje y beberlo, sin más.
Piedra Nativa
Carignan 2019
Cauquenes, Valle del Maule
12.5°
Precio referencia: $ 9.000
www.piedranativa.com