Publicado en revista LA CAV, agosto 2020
Pedir a domicilio un sábado a mediodía en Los Sabores de Milady requiere de cierta paciencia. Pese a los largos años de presencia en Chile del recetario árabe, se siente para muchos más bien como un goce de consumo rápido. Más vale sacarse esa idea de la cabeza, porque el buen comer en ese estilo requiere de cuidados y retoques previos; solo de esa manera las formas de sus sempiternos rellenos, se inundan de fragancias y sabores complejos. Los de la cúrcuma, del sésamo, las variantes tánicas de las hojas de parra y lo incitante del cordero. Todo lo anterior se hilvana en ese local, a ratos con sutileza y también, de improviso, con un irrefrenable y deleitoso poder.
Así que esperar poco más de hora y media para que llegue a casa se hace poco, si a cambio aparece un listado de productos marcados, a primera vista, por la generosidad de su porción. De su mixto especial salteado ($ 8.900) pueden comer dos personas sin problema, luciendo un compacto relleno de arroz y carne, oloroso, que van mutando ligeramente al paladar de acuerdo a sun coberturas, delgadas y consistentes; elegante en general a la hora de entregar sabor. La berenjena toma un tono brevemente amargoso y a la vez le aporta intenso toque vegetal. El gran ají relleno picó, sazonando un relleno, que a su vez se torna ácido y refrescante cuando interactúa con las hojas de parra. Lo mismo con el mazarin, la tripa de cordero que suelta sabor si pausa, de ese que invita a un vino tinto tan carnoso como el gusto que desprende esa porción. En esa selección el único invitado destartalado fue el repollo, deshilachado por una cocción excesiva.
Un punto especial para una Malaya rellena ($ 8.900) única, ese delgado y muchas veces resistente corte de carne, puesto en manos de esa cocina se torna dócil y aún más goloso dado su acompañamiento de arroz y carne. Sutilezas del saber casero en esta propuesta. Para refrescar, un Tabule ($ 2.900) donde el pepino y el verdor llevaron la batuta en medio de granos de burgol y un tomate que sabe flojo en invierno. Pero esa laxitud se esfuma si detrás viene el Surtido de dulces ($ 4.000), cada cual con la masa philo más crocante y etérea, rellena de pistachos, de nueces, de pliegues de almibarado arrebatador.
Para crecer: más presencia de marca, una caja con logo, algo distintivo más allá de la amabilidad de una recepcionista experta en saber entregar paciencia al inquieto. Y un despachador más ordenado, con guantes o más protección. Ayuda a la confianza, a reforzar un ideario de sabores árabes, quizá único en Santiago.
Av. Perú 690, Recoleta. Tels. 223131170 y +56941327122.
Lunes a domingos de 12.00 a 18.00 horas.
www.lossaboresdemilady.cl