Conversamos con el propietario de uno de los lugares que mejor refleja la identidad de la cocina urbana de Ñuñoa y Santiago. Toda teñida de chilenidad con toques españoles desde 1981. Aborda el momento complejo que vive en medio de la crisis, que lo tiene dentro del incierto mundo del delivery, recordando a la vez algunos hitos de un trayecto culinario y social que cumple 39 años. Una historia de vida que defenderá -dice- hasta el último día.