
Publicado en la revista Le Monde Diplomatique e impulsado por el reconocido investigador José Bengoa -Universidad Academia de Humanismo Cristiano-, junto con José Tomás Ibarra académico de la Universidad Católica sede Villarrica, reúne a personas e instituciones de diversos orígenes, profesiones y oficios dedicados al campo, comercio, sindicalismo, educación agrícola, comunicaciones y academia, entre otros, unidas al trabajo de la tierra.
Entre los puntos más importantes de la declaración, pone en relieve que “la actual crisis alimentaria y socio ambiental se funda en gran parte en los sistemas de agricultura intensiva o industrial. Este tipo de agricultura ha influido en la extinción de dos tercios de la agrobiodiversidad mundial y, aunque cubre 2/3 de la superficie cultivable en el planeta, no es la principal fuente de alimentos en el mundo. La humanidad es principalmente alimentada por cerca de 570 millones de pequeños agricultores y agricultoras. Esta agricultura familiar usa, en promedio, menos de dos ha de superficie por unidad y representa entre un 12 y un 20% de la tierra agrícola mundial. Un antecedente es lapidario: la pequeña agricultura produce al menos un 60-70% de los alimentos que se consumen en la actualidad.”
En el manifiesto se solicita el apoyo inmediato de la política pública a la agricultura familiar y al pequeño campesinado, “que alimenta a gran parte de las familias de Chile y el mundo”. Lo anterior se suma a un llamado a incluir la idea de soberanía alimentaria en la discusión constitucional.